

Lady
Miembro de la junta directiva de Mujeres en la Diversidad
“Creemos que es importante que haya espacios solo de mujeres donde nos podamos abrir y expresarnos libremente”
Taller de teatro de Mujeres en la Diversidad
Martes de 18:00 a 20:00

Asistentes al taller de teatro
La asociación Mujeres en la Diversidad se creó en Basauri en el año 2007 con el objetivo de tejer relaciones entre mujeres que habían emprendido procesos migratorios y defender sus derechos. Lady dejó Colombia cinco años antes para estudiar Ciencias Ambientales en Vitoria-Gasteiz, a donde iba todas las mañanas desde Bilbao.
La presidenta de la Asociación, que era su amiga, la invitó a ir a las reuniones y enseguida empezó a vincularse con ella. Siete años después, Lady acabó la carrera y decidieron ampliar la Asociación a Vitoria, donde se ha creado una subdelegación como espacio de encuentro para mujeres de cualquier origen.
¿Qué tipo de actividades lleváis a cabo?
Hacemos talleres en torno a la interculturalidad, el género femenino y, como yo conozco el tema del medio ambiente, también incorporé el ecofeminismo. Esto consiste en proteger el medio ambiente desde los quehaceres de nuestra casa. Porque en realidad muchas estamos a favor de tener un medio ambiente sano y generar una economía sostenible pero no somos conscientes de ello. Por eso, a través de la organización se informa y se capacita a las mujeres para que tengan en cuenta que ellas también son agentes protectoras.
¿Por qué decidisteis crear un espacio centrado únicamente en las mujeres?
En los grupos mixtos es interesante trabajar sobre todo el tema de género. Pero creemos que es importante que haya espacios solo de mujeres donde nos podamos abrir y expresarnos libremente. A veces la presencia de hombres genera que nos estemos calladas o tengamos miedo a expresarnos. No porque nos vayan a hacer nada, sino porque estamos acostumbradas a que si hay hombres presentes, nos callamos y esperamos a ser tutelados por lo que ellos vayan diciendo. Así que buscamos generar un espacio donde las decisiones salgan de mujeres para generar ese empoderamiento y que vean que sus ideas se pueden desarrollar, que son válidas.
¿Es difícil para ellas integrarse en la ciudad?
Para algunas sí. A veces no son bien tratadas en la calle. Te miran de una forma rara, te hacen un comentario ofensivo… Y para las que vienen de países donde no se habla castellano ese es su principal problema. Otras, que igual ya han aprendido pero no se les entiende muy bien tienen miedo hasta de ir al médico. No entienden que estás haciendo un esfuerzo por ir, por hacerte entender… porque muchas siempre van acompañadas de sus maridos, así que imagínate lo incómodo que debe ser intentar ir sola y que el médico ni siquiera te facilite bajar un poco el nivel para explicarte con palabras simples. A mí eso me sorprende mucho.
El cuidado de los hijos, que normalmente recae sobre ellas, ¿es una dificultad añadida para estas mujeres?
Si dejan a los hijos en el lugar de origen tienen la carga de abandonarlos y si los tienen aquí, tienen la presión de tener que llegar a todo y sacar tiempo para ellos. Cuando trabajas muchas horas no tienes tiempo de calidad para dedicar a tus hijos y ahí sí que tienen más presión. Con los hombres no pasa eso. El hombre es buen padre cuando trabaja mucho, pero si la madre trabaja mucho es mala madre porque no tiene tiempo para sus hijos.
¿Cómo les influye el asociacionismo?
Cómo nos influye. Me voy a incluir porque a mí la Asociación me ha servido muchísimo. Yo estaba pasando por un momento terrible de depresión y fue genial encontrar gente como yo. Gente de fuera con ganas de hacer cosas, con curiosidades… Ahí encuentras el acogimiento de la gente para empezar y la oportunidad de poder desarrollar tus ideas. Ver cómo tus ideas se transforman y ver los objetivos cumplidos es muy empoderante para las mujeres. Además se van generando grupos, quedan fuera de la Asociación, van a manifestaciones juntas… hacer un grupo de amigas es muy positivo.