

Consuelo
Asociada en ASVE
"Vine de Ecuador cuando tenía 19 años. Ahí era estudiante, vivía con mis padres y cuando me vine era la primera vez que salía de casa. La situación en Ecuador estaba un poco mal y no había estabilidad, así que primero me fui a Madrid, luego a Barcelona y, finalmente, vine aquí, a Vitoria, porque es donde estaba trabajando mi esposo, bueno, todavía éramos novios en aquel tiempo. A él también lo conocí en Ecuador, pero nos casamos aquí y ahora tenemos tres niñas de 7, 8 y 13 años.
Después de la experiencia de vivir en Madrid y Barcelona, esto no tiene nada que ver. Es una tranquilidad… no hay estrés, no hay agobio. En Madrid pierdes un día entero con una cosa. En cambio aquí, vas en un día y lo haces todo. Por eso me encanta Vitoria. Para mí la integración ha sido fácil y en ningún momento han tenido conductas racistas hacia mí. Esto también es mi casa, lo tengo todo aquí: mi vida, mi trabajo… Soy una más.
ASVE lo conocí porque tuve un problema con la hipoteca y me comentaron que había una asociación donde trabajaba una chica llamada Alicia que era de Ecuador. Al ser de mi país natal pensé que igual sabía orientarme y acudí a ella. Me ha ayudado mucho y me ha dado muy buenos consejos. Me asesoró sobre qué podía hacer, qué podía decir… y el día que llegamos a un acuerdo con el banco, me acompañaron Alicia y el abogado que tienen en la asociación. Así que estoy muy agradecida y muy contenta con el apoyo que me dieron. Alicia para mí es especial.
Tengo muchas conocidas a las que les ha ayudado a buscar trabajo o piso. Yo he podido buscármelo por mi cuenta, pero sí que he ido a hacer currículos o a preguntarle dudas. De todos modos, nunca he sentido discriminación en el empleo por ser migrada. Ahora trabajo en ayuda a domicilio y estoy muy a gusto.
Extraño mucho a mis padres pero estoy bien. Volví a Ecuador hace unos años con la idea de quedarme, pero no conseguimos estabilizarnos y como ofrecieron trabajo a mi esposo aquí, regresamos otra vez. Antes sí que tenía la idea de “bueno, algún día regresaré”. Pero ahora que tengo a mis hijas, que una ya tiene 13 años y empieza a pensar diferente… ya no sé. Ahora mismo sé que estoy muy bien aquí con mi trabajo, mi esposo… y, de cara al futuro, yo creo que me veo más aquí que en Ecuador.
Para mí estar aquí me ha ayudado mucho. No puedo decir nada malo, todo lo contrario, ha sido lo mejor. Me he superado personalmente, económicamente… aunque viniera con 19 años me ha enseñado a crecer. Por eso volvimos a Vitoria cuando le ofrecieron trabajo a mi esposo, porque al final me han ofrecido más cosas aquí que en mi país. Estoy muy contenta".